Decidimos darle una oportunidad para celebrar un día tan especial como un 40 cumpleaños entre amigos. La fachada ya te entra por los ojos con los grandes ventanales y, a pesar de estar a pie de carretera, está bien insonorizado, con lo que no se escucha el molesto ruido del tráfico. La banda sonora de muy buen gusto y suavecita, lo justo para eur en la conversación no tengas que levantar la voz pero cuando suena una canción conocida todos reaccionen. El servicio muy bueno, atentos para no tener que buscarles pero no demasiado encima como para ser molestos. La comida muy buena, todos los platos que pedimos estaban riquísimos, sin ser quizá ninguno de ellos catalogable como "el mejor ?? que he probado" pero todos caerían en un top 10 o incluso top 5, lo cual tiene mucho mérito. Recomiendo de entrantes los Nachiños Martika y de principal el Super Costillar al bourbon. Los postres también muy buenos, solo pedimos 2 a compartir porque estábamos muy llenos, recomiendo las Filloas de crema. En cuanto a las bebidas, cócteles, refrescos y una variedad de cervezas para que encuentres lo que te pide el cuerpo. Las fotos reflejan la cena completa a falta de los nachos de entrada que no me dió tiempo a fotografiar por las ganas que teníamos de hincarles el diente. Cenamos 7, y bebimos 2 o 3 rondas cada uno entre cervezas, refrescos y tinto de verano y salimos por unos 26€ por cabeza.

Local muy agradable, decoración y presentación de los platos muy cuidada. Dispone de salón y terraza. Aunque hemos reservado para ir después de las 16.00 horas nos han atendido sin prisas y muy atentos. Platos abundantes y bien elaborados. Repetiremos!