Lugar con mucho encanto para tomar un desayuno.El sitio es acogedor y los camareros que trabajaron ese día que yo fui me dieron un trato inmejorable invitándome a pasar con mi perro porque fuera hacía algo de frío.Da gusto entrar a un sitio y que te atiendan con una sonrisa y tanta amabilidad.El desayuno exquisito!nos encantaron los churros.Gracias
Tomamos unas raciones y todo riquísimo. El primer día, al irnos, no nos cuadraba el precio que nos cobraron, nos pareció que nos habían cobrado poco. Volvimos la semana después, ya de vuelta a Madrid, y se lo dijimos, era una ración de pulpo que no nos cobraron la primera vez. Se quedaron alucinados. El personal es encantador. Un sitio estupendo!
Todo muy bueno aunque cantidades muy escasas para el precio que tienen. Comimos empanada, pulpo, callos, fabada y tarta de queso por 80€. No sirven tapa con la bebida. Destacará la fabada, de las mejores.
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