Precioso restaurante con una carta espectacular. Mi preferido para las celebraciones más especiales.
Un lugar idílico dentro de un entorno natural. Una experiencia divina. La comida deliciosa. El vino muy bueno, la atención excelente y la decoración interior típica y original. Los postres deliciosos. Un lugar de lujo que vale la pena visitar, pasamos una noche única y nos encanto. Volveremos.
Restaurante ubicado entre bosques, alejado de la ciudad.
Es un caserío muy antiguo perfectamente adaptado y reformado. De aspecto rústico y tradicional toda la zona de restauración. Al entrar huele a leña, todo es de madera y lleno de vigas enormes. Muy bonito. Las camareras van vestidas de caseras.
En el exterior jardines amplios preparados para celebraciones tipo bodas o comuniones, con tejadillos, césped, flores y decoración con la misma temática tradicional. También hay pavos reales.
En cuanto a la comida he de decir que está todo muy bueno. Hay mucha variedad dónde elegir. Desde carta, a varios menús degustación. Podría decirse que en general es comida tradicional pero con un giro moderno.
El precio no es barato pero tampoco me parece excesivo.
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