Jorge Caramazana Carramiñana
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Iba con expectativa alta y me ha "decepcionado" un poco, es un gusto personal.
La tortilla tiene un color bonito, huele muy bien y esta buena, el pan de calidad.
El pincho nos ha parecido algo escaso, para el precio que tiene.
Atención correcta.
Sencillamente gente con talento para la cocina, amable y con ganas de hacer las cosas bien. Es una calidad culinaria de primer nivel a precios muy aceptables.
La mezcla de humildad y descaro se nota en una cocina que saca platos únicos y redondos que sencillamente no podrás probar en ningún otro sitio, platos que trascienden, con algo que decir, con ambición, de los que sorprenden y educan el paladar.
Recomiendo especialmente el Tataki de atún con cecina y rayadura de limón, pura sorpresa y equilibrio, un plato con firma propia que marca la diferencia. Comimos también unas croquetas de manzana y foie que más cremosas no podían ser, muy untuosas y disfrutables. Por último, compartimos una Donutburguer, vuelve de nuevo a sorprender la combinación redonda de matices, haciendo que se activen la totalidad de tus papilas, creando una sensación de plenitud que cierra perfectamente con la textura de una carne de calidad y un punto bien cogido.
En definitiva, uno de esos diamantes que encuentras fuera de las calles más populares, ya se ha convertido en uno de mis obligatorios en Logroño.
Enhorabuena a los creadores.
Buen sitio para disfrutar de una deliciosa hamburguesa. Muy rica también su tarta de queso. Recomiendo reservar con antelación para asegurar el convite ya que el local no es muy grande
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