Conocíamos Pepita Pepa por recomendación de un amigo y este verano volvimos a cenar allí una noche después de un tiempo sin posibilidad de ir.
Nos atendieron muy bien y a pesar de estar al límite de la hora de cierre no nos metieron prisa con la comanda.
Nos pusieron de aperitivo una degustación de patatas bravas y pedimos para compartir unas Gyozas, Tartar de atún y tempura de gambón (la foto la hice una vez nos habíamos servido casi todo el plato, la cantidad que sirven es correcta).
Terminamos con un brownie que sirven sobre salsa de chocolate y helado de vainilla que estaba espectacular.
Recomendable
Todo muy rico, el camarero simpático y los platos salieron muy rápido. Buen ambiente y bonita decoración.
Por poner una pega, el steak tartar estaba un pelín soso pero nada que no pueda solucionarse.
Fuimos a comer en domingo, sin reserva, y tuvimos suerte, que nos dieron una mesa en la terraza.
Ricos platos, buena atención.
Pasamos un rato muy agradable...!!
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