Un día de otoño perfecto para comer un botillo que además nos acompañaron con una sopa exquisita. Las raciones muy abundantes, compartimos un botillo entre tres. De postre tomamos la tarta de queso y castaña y membrillo con nueces y queso, ambos riquísimos. El trato, excelente, gente habladora, amable y muy simpática, un lugar donde te sientes en casa. La decoración muy lograda. Un lugar ideal al que pensamos volver en primavera para no salir volando en el mirador de Orellán 😂
Raciones contundentes y comida casera de la mejor calidad. Un trato estupendo y muy familiar por parte del personal. Es la segunda vez que vamos y nunca decepciona. Pedimos el botillo que estaba espectacular, el cachopo de cecina berciana y queso de cabra que estaba exquisito, un pulpo buenísimo y una ensalada de tomates de la huerta que era gloria bendita. De postre la tarta de queso con castañas maravillosa también. Sin duda repetiremos por tercera vez!
Virginia Fernandez de la Cueva
+5
Hemos vuelto por segunda vez y volveremos. Pedimos arroz con botillo, cachopo de cecina, pulpo y de postre queso con membrillo.
Todo riquísimo, por poner una pega se nos hizo algo caro el pulpo, la ración costaba 30€ y tenía demasiada patata y poco pulpo.
La familia que lo lleva encantadora.
El sitio es precioso
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