Hemos comido de menú ,por 16 € ( no incluido café ) muy bien, a destacar los garbanzos, las costillas y la cuajada casera de leche de oveja. El trato muy agradable.
Restaurante con menú cerrado de fin de semana. Abundantes platos entre los que escoger. Varios primeros y varios segundos. Raciones muy abundantes y platos bien elaborados. Personal atento y amable. Nos trajeron un plato que por culpa de una intolerancia alimenticia no se pudo comer y no dudaron en ningún momento en retirar el plato y ofrecer alternativas. Muy muy recomendables.
Fuimos de turismo a la localidad de Laguardia. Una localidad preciosa y con encanto e historia situada en Álava, a escasos 20 minutos de Logroño y con unas vistas excepcionales y con cultura enológica excepcional. Una localidad que está perforada como un queso gruyere, ya que bajo gran parte de los locales existen bodegas particulares.
En fin, que llegó la hora de comer y según nos acercábamos a los locales, eran todos similares..."Menú del día y visita a la bodega...32€", que si vas un día de manera puntual...bien, pero si sales varios días de turismo nacional y cada comida te sale a 32€, sale mejor una pensión completa.
Finalmente nos acercamos al restaurante Las Postas, junto a la gasolinera que hay en la salida hacia La Puebla de la Barca. Un bar restaurante que no tiene un gran aparcamiento, pero si el suficiente.
Según entramos, agradecimos el aire acondicionado que nos ayudó a combatir los más de 40 grados que habían en el exterior.
En fin vamos a lo que nos importa...la comida. Un menú del día por 16 €, con una gran variedad tanto en primeros como en segundos platos, ensaladas, pasta, potaje y puchero de primero y tanto carnes como pescados de segundo. La carne en gran parte a la parrilla con muy buen sabor.
La verdad es que la presentación no es el fuerte de este restaurante, pero no creo que nadie se queje del tamaño de las raciones, a no ser para decir (como oímos) "yo no voy a poder con todo esto".
De primeros pedimos espaguetis, caparrones (alubia roja), menestra y patatas a la riojana y de segundos orejas con morros, secreto, entrecot y merluza. Finalmente los postres puding de frutas y flan.
En cuanto a la cantidad, lo dicho, raciones generosas. El género bueno, pero le falta un poco de "amor o cariño" a la hora de rematar los platos, motivo por el cual no le doy las 5 ⭐.
En cuanto al servicio, varias camareras con experiencia sobrada, se hacen cargo de un comedor para unas 30/40 personas, en el que las mesas se reutilizan varias veces por la asistencia de trabajadores que acuden para comer cantidad y rápido.
En definitiva, una muy buena opción para comer en la localidad alavesa.
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