Me he encontrado con este local de casualidad en la vía a la playa. Como no habíamos desayunado, decidimos parar y mirar. Es un local amplio (que para ser Venezolano nos impresionó, pues siempre son bastante pequeños), con un ambiente típico, la música y la decoración te trasladan de inmediato a Suramérica. El personal que nos atendió fue muy amable y rápido, hemos pedido unos zumos naturales para beber (Mora, tamarindo y guanábana) y he de decir que están más que logrados, la Mora sabe a Páramo andino y si cierras los ojos podrías jurar que estás comiendo en el propio estado Mérida o Táchira. Las empanadas estaban muy buenas y con muchísimo relleno, con decir que con una sola nos llenamos todos. Los precios son más que correctos pues no siempre te encuentras calidad y cantidad con relación adecuada a lo que pagas. Espero no pierdan la calidad de la comida como algún otro local Venezolano de Barcelona ciudad. Carta amplia, todo suena delicioso, sin duda es un lugar para volver. Ampliamente recomendado este lugar.
Un sorpresa agradable! Vivimos en Holanda y estabamos en Calella de vacaciones, via alguna Cala, entrando en Pineda del mar nos encontramos con esta belleza! En plena esquina, imposible no parar. Cenamos sancocho de res, cachapa, tequeñns, empanadas.. todo excelente. El sitio es precioso! lleno de detalles hermosos. Felicitaciones a los dueños!
Muy atentos , como somos todos los Andinos, la comida sabrosa y es bien resuelta, muy agradecido por la atención, los precios son accesibles y tienen parking de zona azul al lado del restaurante, volveremos sin duda! 😉
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