Víctor J. Fariña Arbelo
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Este sitio es un regalo, de verdad, se trata de un paraje precioso... y casi que ese es el mayor aliciente para acudir al Restaurante Paso del Teide de doña Nieves.
Tranquilidad, comodidad, calma,...
No saqué fotos de todos los platos, pero nosotros pedimos escaldón, garbanzos, champiñones empanados, parrillada de carne, secreto ibérico, solomillo con compota de manzana y postres varios con café.
Los entrantes estaban aceptables, ninguno destacó para mal.
El escaldón tenía trocitos de manzana y un totopo arriba, lo cual me sorprendió, pero estaba bueno.
Los garbanzos estaba picantitos (me gustó ese puntito) y con mucha salsa... bien.
Luego, los champiñones, a pesar de que no soy muy fan de sus empanados, estos me gustaron. La salsa que los acompañó fue una de mayonesa con mostaza. Bien.
Las carnes estaban aceptables. El secreto seguramente fuera lo mejor. El solomillo con la compota de manzana no me hizo mucha gracia. Y la parrillada de carne... flojita. A ver... todo se podía comer... todo estaba bueno... pero nada me sorprendió en exceso.
El arroz con leche y el "bienmesabe" estaban bastante bien, se notaban que ambos fueron preparados por la casa.
El café... a ver... el café no estaba nada bueno... así que si eres de los puristas, ahórrate el suplicio.
Ahora bien... la nota general es superpositiva. Solo pagamos 16 euros por persona (fuimos 7 comensales), la comida estaba bien y el entorno es maravilloso. No se puede pedir más.
La visita, si estás por la zona, debe ser obligatoria.
Nosotros ya hemos acudido varias veces y siempre hemos salido con sensaciones positivas.
Recomiendo el restaurante de doña Nieves.
Hemos pasado un rato maravilloso en este estupendo lugar, recomiendo 100% su visita, en nuestro caso hemos tenido la oportunidad de probar el brunch exquisito, delicioso, nos encantó todo!, el lugar, el servicio la comida. Volveré sin dudas 😊
El sitio es muy bonito, tiene fuentes y decoración bonitas sobre todo los budas grandes. Tiene varios jardines con árboles frutales muy cuidados y bonitos.
La comida está muy buena y el precio acorde muy aceptable, pedimos parrillada de carne muy buena variada y sobre todo nos gustó mucho el pollo muy tierno y gustoso.
La atención del personal excelente nos atendió 3 camareros muy amables , sobre todo una de las chicas que nos atendió desde que llegamos muy atenta, amable y preguntando en todo momento como estaba todo.
Sin dudar volveremos a visitar este lugar, muy recomendado para que lo quiera visitar.
Espectacular, fui hace dos semanas durante mis vacaciones en Canarias. Tienen aparcamiento y una plaza para comer preciosa. Me atendió Cristina, muy amable y siempre atenta a nuestras necesidades. En cuanto a la comida, pedí un entrecot de ternera, bastante grande, y te lo ponen al punto que tú les pidas, calidad-precio razonable, adjunto foto. :)
Nos encantó, el sitio y el entorno preciosos, jardín bonito muy bien cuidado. La atencion muy buena, y el local elegante y limpio. comimos en la zona interior porque no nos fiamos del tiempo, la mesa estaba preparada con detalle.
La comida muy rica, sabrosa de esas que le ponen tanto cariño que se nota en el paladar. recomendamos las croquetas, ensalada de rulo de cabra, carne en salsa y los postres espectaculares. volveremos sin duda. De precio muy bien en relación calidad/precio. dejo algunas fotos de la presentación.
![5]( "Recensione")
Excepcional!! Encontramos este rincón bajando del Teide y nos encantó por sus jardines, su personal y, evidentemente, por la calidad de la comida. Tienen una terraza al aire libre con pocas mesas y bien separadas para respetar la intimidad. No entramos dentro pero vimos salir muchos paisanos, por lo que pensamos que habíamos escogido bien. La carta es diversa y la dueña es especialista en brasa aunque, por raro que parezca, salimos de allí son oler en absoluto a humo!! Cuidan hasta la madera con la que prenden la brasa para que la carne tenga ese gusto a carne y no a humo como en otros lados. Elegimos Chuletón de buey que vino en un plato como de cerámica para que terminara de hacerse mientras lo comías. 1kg de carne exquisita cubierto de pimiento rojo y acompañado de una bandeja a parte con patatas fritas. Solo apto para carnívoros y grandes comedores!
Los 2 niños (10 y 12 años) compartieron un plato de pollo empanado con patatas y había 4 trozos bien de pollo. Suerte que compartieron porque después de las tapas que elegimos de primero, fue más que suficiente. La cabra era guisada y muy tierna, como estofada.
Si aún estás pensando en porqué parar ahí te muestro unas fotos del entorno: jardines cuidados con mimo que te llevan a 4 casitas rurales, propiedad de la dueña, para que puedas descansar ahí si has tenido una subida/bajada del Teide complicada. El personal siempre con la sonrisa en la boca, atento al servicio y muy cercano.
Disponen de una pequeña carpa para unos 60 comensales donde hacen pequeñas celebraciones. El dia que paramos nosotros había unas bodas de oro y ni lo notamos!!
Lugar con encanto y cuidado con mucho amor.
Hemos comido genial.
Muy bueno, sitio super tranquilo y agradable.
Comida muy rica
Fantástico restaurante. Exquisito atendimiento. Platos contundentes. Ambiente y paisajes inmejorables . Repetiremos.
Todo un descubrimiento. Nos encantó. La carne a la brasa está espectacular. El servicio excepcional. El restaurante es muy agradable y el entorno alrededor es precioso con unos jardines muy cuidados.
Lugar bonito y con parking...Comida excelente todo lo que comi! Te ponen de entrante una especie de croqueta rebozada en cacahuete que está brutal!! Todo buenisimo,platos abundantes y precio increible! Volveremos!
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