Un lugar precioso sin ninguna duda. Sorprendente. Esta muy bien para pasar el día o tarde. Comida buenísima, vinos muy bien. Servicio muy simpático aunque desbordado para servir con rapidez, hay que a veces pedir varias veces lo mismo para que lo traigan. Piscina ( sorprendente!) No se puede usar aunque estés ahí consumiendo comida... te piden pago a parte 🤔... vistas muy bonitas con flamencos, eso sí merece la pena 🙂
Es un sitio caro, pero la calidad de la comida lo merece. El arroz estaba un pelín duro para mí gusto, pero las almejas, pulpo y mejillones a la brasa han sido todo un acierto, estaban INCREÍBLES. También lo estaba el calamar rebozado con mayonesa de berberechos, espectacular. La zona del chiringuito no nos ha gustado porque a casi 40 grados, poca zona de sombra y apenas corría el aire, la verdad es que era agobiante comer sudando.. para el nivel del sitio y lo que cobran ya podrían tener humidificador o ventiladores, y alguna zona de parking techado con sombra, porque si para comer aquí tienes que morir en el intento pues se te quitan las ganas de volver, por muy bueno que esté.
Sin embargo cuando fuimos de noche el rollo cambia, mucho mejor, cero calor y además nos sentaron en primera línea de playa 👌🏻
Genial cena la que disfrutamos.
La carta prometía y la realidad superó las expectativas.
Muy atento al comandarnos y recomendarnos los platos a elegir. No fallamos.
Muy buena ejecución en cocina. Enhorabuena.
Y los chicos y chicas de sala súper ágiles y atentos.
Digo sala pero la terraza fue un espectáculo con las olas del mar y la arena tan cerca. Un ambientazo.
Ticket medio 50/60€ que merecen la pena.
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