Solo estuvimos en el restaurante y nos gustó mucho.
Está decorado con total atención al detalle. Tomamos una degustación de quesos canarios y papas con mojo, todo muy bueno. La atención muy amable.
En su tienda también venden productos locales: vinos, licores, mermeladas, etc
Ha cambiado la explotación de la casa y el jardín. La tienda ha sido transformada en una terraza de entrada libre, pero nos sentimos incómodos pues teníamos poco tiempo y nos invitaban a ocupar mesa. Solo estuvimos unos minutos. Quienes vayan la primera vez aconsejo una visita pausada al jardín y la casa. La vista del Drago es perfecta desde el exterior. Se agradece el rebaje del muro para su observación. Visita obligatoria en Tenerife, evitar aglomeraciones.
Si venís a ver el drago milenario os recomiendo hacerlo desde este local. Tienen una bonita terraza exterior desde la que hay una preciosa vista del árbol. Además, puedes verlo mientas te tomas algo. Tienen unas tartas muy buenas y la opción de hacer brunch con precio cerrado. Los precios son elevados para lo que es una cafetería habitual, pero si te ahorras la entrada al jardín del drago lo puedes invertir aquí!
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