Llevamos 4 años consecutivos alojándonos aquí. Cuando lo descubrimos nos enamoró así que no dudamos siempre en volver. Además, cada año mejoran; han puesto tendederos en los balcones, una percha para las toallas del baño, han añadido más decoración... Es ideal si buscas tranquilidad y desconexión. Un año tuvimos "problemas" con la pareja que había en la habitación de al lado ya que solo querían fiesta (hablando en voz muy alta, dando golpes, poniendo música muy alta... más tarde de las 12a.m) y en cuanto lo comentamos en recepción no dudaron en cambiarnos de habitación y, obviamente, hablaron con la otra pareja. Así que muchas gracias y espero volver el año que viene😍.

Es un lugar perfecto para conjugar tranquilidad del campo, y en huir del ruido y fiesta ibicenca...pero tener todo tan a mano que no te pierdes nada Posee un buen aparcamiento, amplio. El problema que está en un descampado un poco lejos del hotel, pero yo siempre encontré un hueco en la puerta. La amabilidad del personal es algo muy a destacar. Súper simpáticas y atentas La habitación es amplia y accesible. Cuenta con un buen baño completo: toallas, lavabo, plato de ducha y retrete. Pero se echa en falta algo de intimidad. La puerta es corredera y se abría por si sola. Además, no aísla el ruido 😅😅 La habitación contaba con una cama grande: 150 de anchura, y dos mesillas. Tenía un pequeño balcón donde poder sentarse con una silla, sin más pretensiones. Pero para salir un poco y disfrutar del campo, sirve. El aire acondicionado funciona bien. Tiene un control en la pared que solo permite encender y apagar y variar la temperatura. Es importante lo de pulsar el botón de encendido, porque aunque aparece en pantalla la temperatura, no funciona hasta que se activa. Pongo una imagen en la fotos. Abajo, cuentan con un restaurante bar. Dan desde desayunos hasta la cena. O se puede simplemente tomar algo. En los días que estuvimos hicimos uso varias veces, bien es cierto que los precios distan mucho de ser baratos, pero es que la isla entera es muyyy cara. Pero merece por la comodidad, el trato y que no está mal. De vez en cuando hacen una fiesta temática que es divertida. Tuvimos hasta una disco-móvil La crítica más importante que voy a decir es el aislamiento sonoro. No ya el del baño, que ya lo he comentado, sino el de toda la habitación. Cuando viene alguien por el pasillo, se escucha toda la conversación, la apertura de la puerta, el cierre. Pero es a un nivel llamativo. Es como si no hubiera puerta de habitación. Además, se oye TODO de una habitación a otra. Las conversaciones íntimas de quienes estaban acostados en la habitación de al lado. Parecía que fuéramos cuatro en la cama. Hasta el sonido de la sabana al girarse. Y ya no digamos si son pareja activa 😂. Menos mal que no cuenta con televisión la habitación, sería una locura Es de agradecer que TODOS los huéspedes fueron súper silenciosos. Y contribuían al descanso. Pero, a pesar de todo, lo digo con seguridad. Volvería a ese hotel