El local está ubicado muy cerca de la playa de San Lorenzo y del paque de Isabel la Católica. Tiene un ambiente muy acogedor y moderno que te hace alargar la sobremesa, lo malo es que el acceso para sillas de ruedas está limitado ya que el local cuenta con diferentes alturas y el baño esta en la planta alta.
La carta es muy variada y la comida sabrosa y abundante.
¡Recomendable sin duda!
La comida estaba muy rica, probamos las mandocas, el surtido de arepas especial y la empanada de plátano y queso. Todo muy sabroso, los camareros fueron muy amables. Además no es nada caro, esto más bebidas nos salió a 16€ por cabeza. Repetiré.
La comida está espectacular.
Las mini arepas fueron un total acierto,la reina pepiada mi favorita.
Los chilaquiles fueron muy sabrosos y abundantes, según los vi hasta se me olvidó hacerles una foto de la impresión.
Los postres que tomamos tienen un contraste dulce/salado muy agradable.
El trato del personal de 10 y la decoración del local hace que te entretengas y recuerdes alguna que otra anécdota. Volveré sin duda.
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