Llegamos este restaurante por recomendacion de otro restaurante peruano en Fuengirola. Ubicado en una calle cerca de la plaza de toros es facil de llegar. Pedimos de entrada una papa a la huancaina y una causa de pollo, de plato principal un ceviche y anticuchos que para sorpresa los tenian de corazon!, para beber una cerveza cusqueña, una caña y un zumo de maracuya y de postre una torta de queso con siroop de maracuya. Al terminar nos dieron como cortesia unos chupitos. La comida esta rica, no esperen porciones contundentes y estan bien emplatados, muy bonitos a la vista. Lo mejor sin lugar a duda el ceviche, muy bien hecho, con el punto perfecto de limon, picante, sal... riquisimo. Los anticuchos 2 palitos con unos trozos de papa y unos puntos de salsa huancaina y rocoto, el corazon muy suave y perfectamente cocinados, pero claro que no tienen ese sabor al carbon, pero a pesar de eso muy buenos. La papa a la huancaina, esta bien pero a mi parecer muy poca crema. La causa tambien estubo bien. La torta de queso era un trozo muy generoso pero un poco seco. Van a ir ampliando la carta poco a poco, tienen chicha morada pero no en la carta, hay que preguntar. La atencion muy buena, no demoraron mucho en traer los platos y siempre muy atentos. Al final el dueño se acerco a la mesa a preguntar como estuvo todo, un muchacho muy amable. Volveria: seguro que Si