Una de las mejores terrazas donde cenar y disfrutar de la puesta de sol. La ubicación es inmejorable en la cima de un monte donde se ve la playa.
La comida no está mal, aunque no es su fuerte. La carta es bastante escasa pero con buena calidad. Sin duda lo que te enamorará es poder cenar en la terraza.
El servicio es muy bueno también.
Merece la pena el camino para ir sin duda.
Las vistas desde la terraza eran increíbles. Ademas, la comida estaba muy buena y los platos eran abundantes. No obstante, lo único que no nos gustó fue que el servicio era muy lento. Una vez pedimos los platos los trajeron en un tiempo razonable, pero luego tardaron demasiado en venir a recoger la mesa para los postres y cafés. Tras pedirles a 2 camareros diferentes los cafés, finalmente decidimos irnos dado que ya habíamos esperado por ellos alrededor de 15/20 minutos.
Muy buen restaurante con vistas a la playa de Doniños. Comimos de entrantes croquetas de la casa (choco) y de jamón y ensalada, todo fantástico. De plato principal pedimos arroz con pulpo, muy rico y abundante. De postre pedimos la tarta de queso, tenía textura de flan y estaba realmente buena.
Os recomendamos reservar y si el tiempo acompaña pedir mesa fuera. Volveremos!
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