He quedado fascinado con este restaurante.
No es por desmerecer la calidad de la comida, que está exquisita, pero sin duda lo más destacable es el trato amable y cercano que profesan sus propietarios.
No solo te hacen sentir como uno más del lugar, si no que se preocupan por que te guste cada uno de sus productos y te explican la procedencia.
Además, son amantes de su tierra y se nota.
No dudéis en acudir.
El precio no es barato, pero no es nada caro para todo lo que ofrece esta pareja.
De 10.
Hemos ido por recomendación de una amiga, hemos elegido el menú del día y por once euros hemos comido muy rico , incluye un primero, segundo, bebida, pan y café o postre... relación calidad precio óptima!
Un restaurante rústico muy bonito. La comida rica y la atención muy buena. La tarta de queso ha sido entre las mejores que he comido. El menú vale 11 euros con postre, el café va aparte. Merece la pena parar aquí.
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