Lugar acogedor y con encanto.
Personal agradable y amables.
Buen producto, sabor y frescor en sus platos!
Cocina abierta donde se puede ver cómo elaboran los platos.
No tienen carta con precios.
Si no pueden imprimir el ticket, te ofrecen una factura por mail.
Positivo: la comida es estupenda, diferente, con sabores intensos (muchas especias). Pedimos croquetas (100% recomendables), magret de pato y rebozuelos. Nos gustó mucho en general.
Nos sentamos en la terraza que es muy agradable.
El precio incluye vino y postre para compartir.
Negativo: no te ofrecen una carta con precios para poder elegir con tranquilidad.
*Si el datáfono no funciona/no pueden imprimir el ticket, te ofrecen una factura por mail.
Pocas veces doy 5 estrellas en una primera visita, pero las merece.
El lugar es súper acogedor. Según entras tienes a la vista su cocina y ya te trasmite que el lugar te va a gustar.
De la carta que nos ofrecieron, elegimos la musaka, la pasta negra con gambas y toque pincante, el pato pekin y de postre la tarta de queso. Estaba todo tan delicioso que no puedo quedarme con uno como favorito. Pero me toca destacar que la tarta de queso es de las mejores que he probado en mi vida.
La zona tiene fácil aparcamiento. Sin duda repetiré, que quiero probar el resto de platos que ofrecen.
Recomendado.
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