Hostal y restaurante en la entrada del pueblo de Dos Aguas,regentado por un matrimonio relativamente mayor,muy amables y acogedores,un sitio tranquilo,aunque un poco antiguo,pero esto no nos ha importado,habitaciones limpias bastante espaciosas,con baño y televisión,camas individuales,la nuestra tenía dos ventanas grandes en la habitación y una ventana grande en el baño,tiene aire acondicionado frío y calor,y en el baño un calefactor,el agua caliente le cuesta salir un buen rato,y no tiene mucha presión,28 € por persona y noche,tiene una puerta que da a la calle y otra puerta que da al bar-restaurante,los dueños son muy amables,nos han dado de cenar lomo a la plancha con huevo frito patatas fritas deliciosas y un poco de pisto,que ha sido exquisito, el vino en sí no nos ha gustado mucho y el café tampoco,aunque creo que ha sido por que la cafetera no estaba bien caliente,ya que la han encendido expresamente para nosotros,un detalle por su parte, la cena han sido unos 20 € y pico los dos,no tienen aparcamiento propio, hemos aparcado en la misma calle y gratis.
Las veces que voy sólo me tomo algo fresquito , la mujer muy amable siempre , me da conversación y es muy simpática.
Haciendo ruta en moto y tras hacer kilómetros pasando por pueblos sin bares ni nada encontramos este lugar para comer en el pueblo de Dos aguas. El lugar bien y la mujer que lo regenta amable. Al ser lunes sólo había opción de bocadillos o pueblos combinados, pedimos huevos con patatas u jamón, estaba rico aunque el precio no nos pareció del todo barato.
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