Es un bar merendero que ha ido a más, el bar original es una casita de 2 plantas muy cuca perfecta para el invierno.
Se quedaría pequeño y cogieron una finca enfrente, cruzando la carretera, donde hay un comedor interior y las mesas exteriores con pradera, genial con niños.
Hay una explanada de parking al lado.
El servicio se reduce a 1 camarero que cruza constantemente con los pedidos. Pedir y pahar lo haces directamente en barra.
Aún así son muy agradables.
No reservan. Es "pillar" mesa.
Buen género, sencillo y bien hecho. El detalle de que si pides más de lo que comes, te lo ponen en tartera para llevar.
Comimos ensalada, todo del terreno, de la zona.
Tortilla, sencilla pero eso es lo mejor.
Y gambas crujientes, muy ricas!!!
Eso, una botella grande de agua y una Sidra: 30€.
Buena calidad, buen precio.
Uno de los merenderos más icónicos de Gijón. Exterior muy prestoso con prao para jugar l@s peques o disfrutar con los perrinos. Tortilla de patata deliciosa, calamares, pollo al ajillo. Comida casera, sidra riquísima y aparcamiento amplio. Muy recomendable siempre para menú de medio día o picar algo disfrutando de su zona de mesas y bancos o en caso de lluvia, su porche atechado y protegido.
Fuimos un grupo para un compartir y a sido todo un descubrimiento, un ambiente veraniego total. Se pide tanto la bebida como la comida en la barra. El servicio de camarero es únicamente para llevar y recoger la comida y platos. Pedimos una tortilla croquetas chorizo a la sidra y todo hecho como en casa.Los camareros muy atentos en particular en chico rubio que estaba en ese momento atendiendo en la barra. Muchísimas gracias por vuestro servicio y por mantener los merenderos de verano.
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