Lugar acogedor.
Nosotros tuvimos suerte de tener mesa por que nos dijeron que hubo una cancelación a última hora. Sino, comeriamos en la barra, asi que hay que reservar.
La comida muy buena salvo el codillo frito que estaba bastante salado para nuestro gusto.
Por lo demás muy bien
Un restaurante estupendo para comer en una visita a Cuenca. Precios muy normales. Una atención de primera. Y un ambiente muy acogedor. Fuera de la ruta turística y que merece una visita y fundamental, degustar si rica cocina.
El gazpacho del.partor y las verduras a la parrilla de 5 estrellas
Restaurante pequeñito, con una carta interesante y con productos típicos de Cuenca.
Recomiendo reservar si tenéis intención de comer allí.
Probamos ajoarriero, morteruelo y gazpacho al pastor; raciones grandes, muy sabroso todo, y no encantó el gazpacho.
Vimos que mucha gente pedía codillo y tenía una pinta estupenda, queda para una próxima visita.
Los postres fue lo único que no estuvo, bajo nuestro punto de vista, a la altura, a pesar de ser caseros.
Atención sobria y atenta, nos ayudó a frenar porque nos estábamos pasando.
Recomendado.
La zona es un poco complicada de aparcar si vais en vehículo particular.
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