Visité el parque en un día laborable a principios de octubre. Compramos las entradas con antelación y llegamos antes de que comenzara el espectáculo, pero había cola para entrar y tardamos unos 30 minutos en entrar. Después de eso, me tomó otros 30 minutos dejar mi equipaje en el casillero. Aunque es la primera vez que voy, te recomiendo que traigas tus propios zapatos para el agua o los compres en el parque. Las atracciones del parque están ubicadas en lugares bastante escondidos, y muchas entradas son difíciles de encontrar incluso cuando se mira un mapa, lo que hace que sea muy difícil encontrarlas si lo visitas por primera vez. Había muy pocos lugares para comer y casilleros, y había colas por todas partes. Hay muchas camas en la piscina de olas donde poder descansar, pero nada más entrar al parque todos iban dejando sus pertenencias para ocupar sus lugares, por lo que apenas había camas donde descansar. La mayoría de las atracciones son para 2 o 4 personas, y si vas con 3 personas, es posible que tengas que esperar bastante para subirte a la atracción.

El mejor parque acuático en el que hemos estado, diversión asegurada si vas con niños, estuvimos en el mes de abril, una temperatura estupenda, algunas colas, no muchas porque va bastante rápido. Tardamos un poco en encontrar taquillas porque había alguna sección cerrada. Encontramos tumbonas sin problema, lo mejor es dejar todo en las taquillas, una toalla y a recorrer el parque. Hay que comprobar el horario de la zona de olas, pero es obligatorio, es muy divertido. Muy recomendable, fuimos con dos niños de 11 y 15 años, lo disfrutamos a tope. Los precios de los restaurantes no son súper caros, pero puedes meter un bocata en la mochila, no nos revisaron las mochilas. Recomendable para comer rápido y seguir con los toboganes, son espectaculares.