Estuvimos hace unos siete meses y me pareció un sitio encantador, amplio y con diferentes ambientes, pudimos degustar en familia algunos de los platos, quedamos contentos con la comida y con el servicio. Nos prepararon una selección de Tes que nos encantó. Había buen ambiente y sobre todo sitio para aparcar. Es un sitio donde puedes ir con niños, amigos y familia, bien para comer, tomar una copa, o disfrutar de unos buenos Tes y café.
Incomparable lugar donde olvidarte del estrés y la contaminación. Con una gran variedad en la carta tanto de bebidas como de comidas. Y lo mejor que es apto para toda la familia desde los abuelos hasta las mascotas incluidos los niños que lo pasarán en grande en su parque con colchoneta.
Me sorprendió gratamente . Aunque fué una tarde calurosa,se estaba muy fresquito, una luna espectacular, la comida muy rica y el trato de su propietaria, hicieron aún más mágica esa noche de verano
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