Tapería no del todo tradicional, buenas raciones, bastante bien en general.
Vamos con la evaluación:
Comida: 8/10. Pedimos calamares, mejillones tigre y la ensalada templada. Los calamares, bastante sabrosos, con un buen rebozado. Por ponerle una pega diría que necesitaban escurrir más el aceite de la fritura, para facilitar la digestión. Los mejillones tigre, sabrosos. Estaban elaborados con el mejillón triturado con la bechamel, no los había probado así antes. La ensalada, muy rica, con una gran porción de queso de cabra a la plancha y langostinos. Como detalle interesante, lleva cebolla crujiente casera. Muy recomendable la ensalada.
Postre: 8/10. Probamos la mousse de fresa casera. Es como una mousse de queso con mermelada de fresa por encima. Fresca y sabrosa.
Personal/Servicio: 10/10. Nos atendieron muy bien. Personal amable. El local estaba lleno de gente y, aún así, nos sirvieron muy rápido.
Local: 7/10. El local es pequeño y alargado. Todo limpio.
Recomendable.
Un cambio radical, la comida está muy bien hecha, con cariño.
No tiene una carta amplia pero hay también platos fuera de carta, de esos las zamburiñas y el pincho de ternera perfectos.
Los postres también me sorprendieron. Probar el arroz con leche de chocolate.
Volveré sin duda.
Lugar tranquilo para reponer fuerzas.
Nos atendieron muy amablemente y con simpatía nos aconsejo ante nuestra dudas algo que es de agradecer.
No pude tirar fotos pero la comida ha sido excelente y de calidad a muy buen precio.
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