Reservamos para ir a cenar dos días seguidos, y acertamos de pleno. Tienen un menú calidad-precio genial. La comida buenísima y bastante bien el tamaño de las raciones. Tienen muchas opciones sin gluten, adaptando algunas que no lo son. La camarera que atiende en el comedor es increíblemente amable y maja, y muy buena profesional. Estuvimos encantados los dos días. Si volvemos, repetiremos.
Todo, absolutamente todo, está delicioso, los ingredientes y la elaboración son de primera calidad y el sabor es inmejorable. Entre semana existe un menú distinto a un precio menor y los fines de semana, es un menú un poquito mejor, que cuesta 28€ y lo vale totalmente, antes del entrante/primero, te llevan unas pequeñas galletitas con algo para picar, las camareras muy amables en todo momento. Importante comentar del horario, porque está abierto de martes a domingo, de 12 a 16 horas, pero llegar mínimo a las 15 horas, porque a las 15:30 horas se cierra cocina.
Lo que más sobresale fue el servicio, llegamos pronto y la camarera nos atendió enseguida, pero a pesar de estar sola y casi llenarse el comedor mostró gran resolución. El arroz meloso con ternera es muy bueno igual que la ensalada. El ciervo sabroso y el pollo crujiente y jugoso. Los postres también son muy ricos. Las croquetas de aperitivo estuvieron estupendas. Muchas volveremos.
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