Buen descubrimiento en segunda línea de playa en la zona de Muchavista. Gran terraza curvada y bien ventilada. La carta tiene una buena relación calidad - precio, con algún plato rozando la excelencia, como la magnífica marinera en corteza de pan crujiente. Muy ricas las croquetas y las patatas al horno. La carne, quizás, no estuvo del todo a la altura. Servicio amable y simpático. Volveré.
Primero resaltar que la comida, ha sido excelente, el arroz a banda muy bueno.
Las croquetas imprescindibles tanto la de morcilla como la de carrillera.
El calamar impresionante.
Los platos más flojos, las bacon cheese fries y las patatas asadas.
De postre, la tarta de queso imprescindible.
De precio normal, teniendo en cuenta que esta al lado de la playa.
La bebida algo elevada.
Las dos pegas que hemos encontrado, primero el calor del exterior, insoportable, es necesario poner más ventiladores o mejor enfocados.
En segundo lugar, una de las camareras, que tenía malos gestos cada vez que le pedíamos algo, hay que saber estar de casa al público.
Recomendable reservar, al menos en temporada alta. La terraza está muy agradable.
La carta no es demasiado extensa. Pedimos:
-Croquetas de morcilla. Ricas pero con poca intensidad de sabor.
-Tomate trinchado, viene con aceitunas, mojama y ventresca de atún. Mezcla rica pero el tomate estaba bastante verde.
-Calamar. Es la estrella. La presentación es impecable. Viene servido sobre un puré de zanahoria y coronado por puerro frito. Buenísimo y abundante.
Salimos a 15€ por persona. ¡Recomendable!
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