Las tartas están riquísimas. Eso sí, no son muy grandes, y en tienda sólo tienen el tamaño pequeño (el tamaño grande hay que encargarlo previamente). La tienda (muy bonita) está dentro de una finca. Se puede aparcar ahí dentro.

Había probado en varias ocasiones sus dulces pero hoy ha sido la primera vez que he ido a su tienda: El lugar es precioso, la decoración súper fina y ya solo al entrar en el recinto sabes que estás llegando a un sitio muy especial. La tienda en sí es como de cuento, las estanterías y mostradores impolutos, súper ordenados y con un producto con una estética cuidada hasta el más mínimo detalle. En estas fechas está todo de navidad, me recordó a las míticas tiendecitas de Alsacia. El trato es de diez, súper atentos y agradables. Me explicaron perfectamente con conservar las tartas y como optimizar en la medida de lo posible el transporte porque iba desde un poco lejos. Tan serviciales son, que el chico que me atendió incluso me ayudó a cargar las cosas en el coche, esto último me pareció un detallazo porque iba cargada y sin su ayuda me hubiese tocado dar un par de viajes. Lo importante de todo esto… el dulce!!. —Una carta muy amplia (tanto que hay veces que cuesta decidirse) en la que todo (o al menos todo lo que he probado) tiene un sabor impresionante. Va variando a lo largo del año y de las fiestas en la que estemos. —En tartas, de mis favoritas el naked de frambuesa (y creo que el de la mayoría de la gente, no tendrá la etiqueta de especialidad de la casa pero debería tenerla). Hace tiempo tenían unas mini tartas de piña con un frescor increíble (no me ha vuelto a coincidir que las tuvieran). —Con respecto a galletería y bizcochos, solo puedo opinar de la estética porque no los he probado… como todo lo que se hace en su obrador, de revista. El sistema de encargos funciona muy bien tanto por la web como por WhatsApp, te envían una etiqueta de confirmación de tu pedido con la que lo recoges sin problema. Hay que reconocer que no es un producto precisamente barato, pero la relación calidad-precio es más que correcta. Para mí tiene dos peros. —Uno de ellos la ubicación, un poco a desmano, aunque entiendo que forma parte del encanto del sitio. —El segundo el no disponer de un espacio para poder tomarte un café y un pedacito de tarta allí en el local tan mágico que tienen.