Sin duda alguna, nuestra experiencia en el restaurante Las Bajas fue excepcional y estamos encantados de compartir nuestra opinión sobre este lugar. Decidimos visitarlo después de pasar una soleada mañana en la playa, estábamos buscando un respiro del sol y, mientras caminábamos por el pueblo, nos encontramos con este establecimiento. Lo que realmente llamó nuestra atención y nos convenció a entrar fue la máquina de café que vi en su interior. Como amante del buen café, sé apreciar una buena máquina, y el sonido del barista calentando la leche me dio pista de que podríamos estar en el lugar adecuado. El servicio que recibimos fue amable y eficiente, y lo más importante para nosotros era disfrutar de un buen café y agua con gas. El trabajador que nos atendió logró algo genial: preparó el mejor café que he probado en la isla, y eso que soy originario de aquí aunque vivo en el extranjero. Sumado a esto, tuvimos la suerte de disfrutar de una tarde preciosa, en una época del año en la que el viento no era un problema, lo que hizo que nuestra velada fuera aún más especial. En resumen, Las Bajas nos proporcionó el descanso que necesitábamos en un entorno encantador y nos ofreció la oportunidad de disfrutar de un café excepcional. Sin duda, volveremos en nuestra próxima visita. ¡Gracias por una tarde memorable!

Comimos muy bien, productos frescos y bien elaborados. El servicio muy atentos y simpáticos. En cuanto al precio, nos pareció justo, tirando a bajo, por la calidad que comimos. Nos costó unos 22€ por cabeza, éramos 5 y compartimos 5 entrantes, y pedimos un plato cada uno, postres, bebidas y cafés.