Para empezar muy buen servicio, el local muy bien, buena climatización, luminoso y limpio. Acogedor sin duda.
Hemos hecho una cena de tapeo y todo estuvo muy bueno. A destacar las croquetas y las bravas. (No pican en exceso pero el sabor es increíble)
Al salir, hemos reservado mesa para al dia siguiente comer.
Entramos de casualidad buscando un sitio para comer en Calella y salimos encantados .
De entrante unos mejillones exquisitos , después una paella riquísima y ya qué decir de los postres,todo un espectáculo.
Todo ello con una esmerada atención por parte de nuestro camarero,David,del propietario,Jordi y en general de todos,en un ambiente tranquilo .
Sin duda volveremos porque es un sitio de 10.
Somos nuevos en Calella y así como muchísima gente conocía la cocina de este restaurante, nosotros no .
Nos encantó ,calidad precio muy bien ,servicio inmejorable.
Comida exquisita.
NOS VOLVEREMOS A VER SEGURO
Suerte en esta nueva etapa .
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