Acudimos el sábado cuatro personas para comer y la experiencia fue formidable. Nos dejamos llevar sin pedir, es decir, nos sirvieron una serie de propuestas excelentes, sorprendentes, magníficamente elaboradas y perfectamente acompasadas. Se convirtió en un privilegio esa comida. Destacar la cordialidad del personal y de Carol puesto que nos atendió de forma impecable y siempre con una sonrisa. Sin duda volveremos para que nos sigan sorprendiendo. Merece mucho la pena. Gracias por hacerlo tan bien, felicidades.

Me ha gustado bastante, como siempre hay algunas cosas mejorables... Pero creo que ha sido un buen descubrimiento. Los platos me han sorprendido gratamente, hay creatividad y buscan mezclar (la mayoría veces muy acertadamente) la cocina tradicional con toques modernos y algo de cocina fusión. IMPRESIONANTE LA ENSALADILLA RUSA, algo tan típico y fácil elevado a otro nivel, también nos gustaron los baos de cangrejo, la pata de pulpo, el croissant relleno de salmón... Etc En el apartado de postres haré mención especial a la pantera rosa y al SNICKERS que para mi fue lo mejor, aunque también me gusto muchísimo la torrija, y para mi gusto auqnye estaba bueno, el más flojo fue el tiramisú, eso sí, con una presentación muy curiosa. El ambiente me gustó y el servecio muy atento y amable a la par que desenfadado. Tal vez uno de los peros o contras sea el aparcar, sobre todo el día del mercado semanal, aunque delate del restaurante hay un aparcamiento muy grande, el día del mercado semanal es imposible aparcar. Los precios "contenidos" debido a la relación de calidad / precio y que no se trata de un restaurante de "batalla" aunque tengan menú de medio día. Muy buena iniciativa en Calella de la costa, ánimo a la dirección a seguir creciendo, mejorando e innovando. Muchas felicidades. SEGURO QUE REPETIMOS.