Excelente restaurante con menú de 18€. Amplia variedad de platos. Cocina casera, rica y muy abundante. De primero destacan los platos de cuchara (especialmente los callos con garbanzos), servidos en sopera para poder repetir. De segundos, el codillo asado o la ternera guisada. Postres caseros y vino DO Bierzo. El comedor es amplio y agradable, con mantel de tela. En verano dispone de terraza cubierta junto a un hermoso jardín. El servicio, muy rápido y eficiente. El dueño, muy simpático y alegre, dispuesto siempre a explicar y recomendar los platos. Ojalá sigan así muchos años más.
Lugar increíble, espectacular, fuimos con perro y sin ningún problema, el encargado súper atento y majo nos recomendó súper bien, la comida riquísima y abundante.
Tomamos lentejas, callos con garbanzos, botillo y rabo de toro, para 2 personas más que suficiente, pero no pudimos parar de comer de lo rico que estaba todo, comida casera al 100% y la tarta de queso casera de ensueño.
Sitio de estos para anotar 11/10. Esperamos volver pronto.
Sitio inmejorable, llame para comer 3 adultos y 3 niños el 15 de agosto sobre las 15:20 hr (festivo) tras buscar un restaurante cercano por Google Maps, porque donde teníamos reservado nos dejaron tirados y nos dieron mesa, todo un detalle por parte de los dueños.
Los platos que degustamos estaban exquisitos, por no decir que nos sirvieron súper rápido, otro dato muy importante la atención de los camareros, todos super atentos y amables, muy profesionales.
El salón es muy amplio así como acogedor.
Para los que sean de fuera como es mi caso, es de deciros que es un restaurante de obligada parada, así como su playa fluvial que está muy cerca del restaurante, un lugar muy bonito.
Experiencia muy buena. La comida es casera y con un sabor y presencia buenísima. Al pedir los primeros en lugar de una ración para cada uno nos sacaron una fuente llena de comida de todos los primeros. A cada cual, más bueno.
Especial mención al pisto y la fabada.
Los segundos súper ricos también.
El personal muy amable y siempre dispuesto a ayudarte. Nos sentimos como en casa.
Comimos en un comedor exterior porchado y estuvimos muy muy cómodos.
Lugar para comer un buen menú de día.Ha sido nuestra segunda visita y confirmamos la buena impresión de la primera vez,( hace un mes aproxim.) Ofertan varios platos primeros y segundos por el precio de 16 euros. Cocina tradicional, abundante y calidad. Recomiendo los platos de cuchara, callos, lentejas con calamares , Guido de carne. Los segundos también tienen ese trato tradicional . Un detalle que puede parecer insignificante y son las patatas fritas, crujientes y sabrosas,( se aprecia q la patata ha sido frita a fuego medio, para finalizar con fuego Máximo para conseguir esa textura, repito, muy sabrosas, Si quieren comer abundantemente, con calidad tradicional, este puede ser un lugar muy apropiado. Recomendable
Comida casera muy rica (mejores los segundos que los primeros de puchero). Los postres son caseros, y la tarta de queso está buenísima. El menú en fin de semana sale a 25€ por persona con bebida incluída (el vino, bastante mejorable). Una opción segura.
Comida espectacular, muy elaborada y raciones muy grandes de los sitios que no te quedas con hambre (incluso nos dijeron que si con lo que nos traían nos quedábamos con hambre nos dejaban repetir) yo me pedí lentejas con sepia (espectaculares) y mi esposa guisantes. De segundo pimientos rellenos y carne de ternera rebozada cocinada a baja temperatura. (Buenísima también).
Recomiendo las lentejas, la carne que aparece en la foto y el flan.
El menú de fin de semana son 25€ con pan, postre, botella de vino DO del bierzo y café incluidos.
La atención del dueño y el resto de camareros también fue muy buena.
Si volvemos a pasar por Cacabelos repetiremos sin duda.
Tienen un jardín justo al lado del comedor exterior, yo como sugerencia aporto que si lo adaptarán para los peregrinos para reposar la comida tras el atracón con tumbonas o hamacas seriaperfecto.
Justo lo que esperaba, comida típica del Bierzo, sabrosa y contundente con un toque actual y servicio muy eficiente. La especialidad son los platos de cuchara y los guisos. Las raciones son muy abundantes, prácticamente “all you can eat”, con precio cerrado de menu. El local es un chalet con un amplio jardin. Recomiendo los callos con Garbanzos, las lentejas con calamares y el rabo de toro. Imprescindible si estás por la zona.
El restaurante Casa Gato cumple sobradamente con las expectativas que nos habíamos hecho.
En primer lugar es un restaurante familiar y se nota, la comida es casera preparada en el día, el menú cerrado té permite elegir entre una variedad de platos increíbles, la atención inmejorable.
Nosotros nos hemos dejado aconsejar y hemos probado las faves con almeja y mejillón, las lentejas con calamar, la ternera estofada en su jugo y los pimientos rellenos de ternera con salsa….todo impresionante, a destacar las lentejas y los pimientos rellenos. Botella de agua y botella de vino excelente, dos cafés, todo 50€.
Volveremos seguro cada vez que visite la zona o pase cerca.
Casa Gato, nuestro más absoluto agradecimiento por vuestro saber hacer, trato agradable y buen gusto.
Angie Villar de la Hoz
+5
Comida espectacular.
Bien elaborada y buenísimo todo.
Trato de 10 por parte del personal.
No te lo puedes perder si estás por el Bierzo
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