Restaurante original y "diferente" a lo que estamos acostumbrados. Es necesaria reserva previa que se puede hacer en la web.
Tienes unos cuantos platos a elegir, bien en menú o platos sueltos y no me pareció nada caro. Todo con muy buena pinta y rico. A mí lo que más me gustó fue la bebida y el postre (Distinto tinto de verano y la tarta de queso).
El personal es encantador, muy amable y nos trajeron la comida superrápido.
He probado el menú del día y he salido muy satisfecho.
Ante todo decir que el personal es muy atento, simpático y agradable. Y el servicio muy rápido.
Los platos que he probado están todos muy buenos, muy buen sabor y buenas elaboraciones. De sacar una pega, que las croquetas son demasiado pequeñas. Pero en general, los 3 platillos, con postre, pan y bebida por menos de 15 euros... me parece una cantidad más que aceptable. Y también a destacar el poder elegir que la bebida de la casa, el distinto de verano, pueda ser con alcohol o sin alcohol.
Invita a volver a probar otros platos.
Un sitio muy rico.
La idea es pedir todo para compartir. Son porciones pequeñitas pero muy sabrosas.
Un sitio para repetir.
Aviso: si eres una persona de comer cantidad y quieres saciarte, te va a salir más caro porque con 3 platillos como recomiendan, no es suficiente, vas a tener que pedir un par de ellos más.
Nosotras éramos 2 y pedimos 8 platos + 2 postres, y salimos bien, para nada llenas.
Pero es cierto, como digo, que merece la pena probar ya que es un sitio diferente.
De todo lo que pedimos, mis favoritos sin duda, fueron los macarrones. Y de las croquetas, nos quedamos con el sabor de las de txipis u hongos por encima de las de carrillera.
El postre de Oreo… espectacular.
Buena opción de menú del día. Platos trabajados, ricos en general y buena relación calidad precio. En cuanto a ambiente, mucho jaleo en la sala. Las camareras muy agradables. Lo único que no me gustó es que sacaran los 3 platos a la vez. Abruma tener toda la comida en la mesa. En general, es muy buena opción en una zona de Bilbao con mucha oferta gastronómica.
He ido con una amiga a probar el menú del día, me han gustado muchos los platos y la atención, especialmente lo más rico la hamburguesa y las empanadillas. El menú del día está muy bien, un plato frío y dos calientes por 14,5, lo ideal es compartir para probar diferentes opciones. Volveré para probar más platos. Lo que no me ha gustado es que hemos llegado puntuales y han tardado como 10 mins en sentarnos y luego los primeros platos en llegar han tardado un poco pero a las 16:00 nos han dicho que nos traían los postres cuando estábamos con los platos aún, al de nada nos han retirado el pan, han venido a limpiar y seguíamos comiendo, al llegar los postres nos han dado la cuenta y luego al poco de empezar los postres nos han dicho que el restaurante estaba cerrado y hemos dejado uno prácticamente entero, entiendo que la gente se quiera ir a su casa después de un día de trabajo pero pagas un dinero para disfrutar de una experiencia sin prisa, igual lo mejor sería poner 14:30 la última hora de reserva. Pero en general la experiencia ha sido muy buena y repetiremos.
El ambiente es agradable y tranquilo, hay que reservar y dispones de dos turnos. El personal te guía y recomienda por lo que sólo tienes que disfrutar de la comida y compañía.
Los platos que más nos gustaron: croquetas chipi y carrillera, los Macarrones y el sw de costilla sin desmerecer al resto, que también disfrutamos. Recomendable dejar hueco para el postre.
Buena experiencia si lo que te gusta es degustar pequeñas raciones de platitos elaborados. Parecen pequeños pero llenan bastante. Nosotros compartimos todo para probar un poco de todo, pero para cenar, con dos platos por persona diría que suficiente!
Sitio con comida interesante. Son mini platos tanto frios como calientes y recomiendan entre 3 o 4 mini platos por persona, aunque luego depende de cada uno. Primero te dejan pedir una ronda y si luego se quiere más se añaden. Tiene bebidas también diferentes. Hay que tener reserva y va bastante rápido ya que en hora y media como mucho ya estás fuera. Los platos van saliendo según los tienen preparados.
Cenamos 3 un viernes por la noche, es imprescindible ir con reserva, y si es con antelación mucho mejor. La comida vale cada uno de los euros que cuesta, hacía tiempo que no probaba una comida tan buena, con diferentes sabores y texturas que no pruebas en un dia normal. No es un restaurante para ir todos los días, pero de vez en cuando vale mucho la pena darse este lujo. Son miniplatos pero que no os engañe, llenan bastante. Pedimos un “distinto de verano” para beber, que estaba muy bueno, tenia como una espuma de zumo de naranja que le daba un gran toque. A continuación pondré los miniplatos que probamos y una puntuación.
-Croquetas de carrilleras: 10/10
-Huevo trufado: 8/10
-Sandwich tostado de costilla melosa: 9,5/10
-Macarrones rellenos: 8/10
-Pollo relleno: 8,5/10
-Terrina de cordero confitado: 9/10
-Hamburguesa cantonesa: 8,75/10
-Galleta de oreo: 7,75/10
Buena experiencia, fuimos a la carta, este día no había menú, las cantidades de los platos son pequeñas, pero llenan enseguida..fuimos 3 y pedimos 8 platos y un postre y salimos llenos.
El local es original pero oscuro... buena atención y rápido.
Todo muy rico, aunque son comidas con sabores mezclados, aromas exóticos.
Recomiendo reservar.
Precio acorde a la comida, no excesivo, pagamos 94€, a la carta y eligiendo nosotros.
Cada plato ronda entre 6 y 7€, por lo que puedes ir controlando lo que quieres pagar.
Las bebidas son caras, pues la sangria 3,80 € pero es solo un vaso y la botella, pequeña, de agua sale 3,20€
Tenía ganas de visitar este local ya que he recibido muy buenas recomendaciones, y no es para menos. Recomendable regar la comida con un "distinto" de verano, fresco y rico. Me ha gustado el funcionamiento de las comandas y la rapidez del servicio, ya que te permite ir pidiendo sobre la marcha. La comida es rica y llena de técnicas culinarias diversas que la hacen especial. Buenos precios.
Un lugar diferente para cenar con los tipicos platos de racion pequeña elavorados. No hay tanta variedad ya que con un par de veces que vayas te haces toda la carta. La atencion es correcta aunque se percibe esa prisa porque acabes y dejes paso a otro turno por lo que no diria que es un lugar donde puedes comer calmadamente hablando en grupo sino mas bien comer e irse. A su vez hay que destacar la calidad de la comida ya que hay platos muy bien echos y otros no tanto como las patatas que estan muy grasientas o el falso rissotto que no tiene apenas sabor comparándolo con otros platos.
Ángel Coterillo González
+5
Comimos 2 menús del día, lo más recomendado. Pedimos huevos trufados con patatas, que estaban increíbles; salmorejo, croquetas de carrilleras, empanadas de langostino,pisto, leche con galletas y trata de queso. Todo estaba muy bueno pero los postres increíbles. La cantidad es bastante adecuada.
El sitio es muy bonito y con una decoración llamativa y simple.
Los camareros muy atentos y rápidos. Muy amables.
En general muy bueno. Recomendable👌
Hemos comido por primera vez en 80 grados pero seguro que no será la última. Ha sido toda una experiencia. La comida, el servicio, las camareras… todo de 10. Ibamos con muchas expectativas y no ha defraudado. Las croquetas, tanto las de txipiron como las de carrilleras, muy cremosas y con mucho sabor. El huevo trufado ha sido la gran estrella, riquísimo. El sandwich de costilla melosa, delicioso. Otro de nuestros favoritos han sido los macarrones de ragut ibérico, muy potentes. Y la sorpresa el falso risotto, muy currado y muuuuy bueno. Sin duda volveremos para poder probar mas platos de la carta. Muy recomendable.
Una experiencia de 10!! La comida buenísima, fuimos a cenar 3 personas y pedimos alrededor de 3 platos cada uno a compartir todos menos la hamburguesa Cantonesa que estaba tan buena que merecía que cada uno la probase entera. Los camareros muy atentos,en especial a Mikel muy profesional y pendiente de todo en todo momento. Sin duda para repetir
Comida espectacular en un ambiente íntimo y acogedor. Los camareros te explican muy bien el funcionamiento ya que es un tanto innovador. Se agradecen los sitios que cambian con los hábitos establecidos.
Comimos un sábado, muy buena experiencia. Es un sitio genial para ir con otra persona y con intención de compartir. El tamaño de los platos hace que puedas pedir un montón diferentes y así probar varios.
La comida está muy buena, y las propuestas son diferentes, lo que siempre es divertido. Puedes acompañar la comida de unos cócteles que tambien están muy ricos.
El agua de valencia, el huevo trufado, las croquetas de txipis o el foie imprescindibles. No es el restaurante más barato, pero tampoco el más caro. Comimos 7 platillos entre dos, más el cóctel de acompañamiento y fueron unos 25€ cada una. Prácticamente precio de menú de fin de semana por una comida diferente y más variada. Planeando volver.
Teníamos muchas ganas de venir al 80 grados y la verdad es que no nos ha decepcionado. Hemos pedido para cenar dos personas: huevo trufado, sandwich de costilla, croquetas de carrillera, pan de queso, falso risotto, hamburguesa cantonesa y raviolis de chilli crab. Y de postre leche con galletas, un clasico. Tengo que decir que ha sido un acierto a excepción de los raviolis, que no los volvería a pedir, el resto estaba de 10. Un sitio muy recomendable en un ambiente acogedor.
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