Bastante sorprendidos. Tuvimos dudas después de leer opiniones tan dispares pero nuestra experiencia fue de 10. La atención inmejorable, un servicio impecable y la comida muy bien elaborada. En nuestro caso decidimos probar varios platos de la carta y todos nos gustaron. Para comenzar nos trajeron un aperitivo cortesía de la casa: un pincho típico de Bilbao y un gazpacho de pimiento verde y piparra con un sabor muy potente que nos sorprendió. Además antes de comenzar con los platos que nosotros pedimos, nos trajeron pan y nos pusieron un aceite para poder hacer una pequeña cata, un detalle que agradecimos (especialmente a esas horas que ya tienes hambre) Como entrantes nos decidimos por la ensalada cesar y la tortilla de bacalao. Los 2 platos muy buenos y las raciones correctas, en este caso no son raciones pequeñitas. La ensalada muy original. Cono principales los Tomates rellenos, que fue el único plato que nos decepcionó. Estaba rico, pero la ración se quedaba bastante corta y el plato en sí no tenía la misma calidad que el resto. Y luego el pato. Muy rico, calidad del producto muy buena y en su punto. Realmente jugoso. No pedimos postre y nos trajeron unos pequeños bomboncitos de distinto tipo caseros. A cada cual más espectacular. La trufa se deshacía en la boca. En cuanto al servicio, en nuestro caso fue rápido y organizado. Personal muy amable. Íbamos con una peque y disponen de tronas. Definitivamente volveremos para poder probar el menú degustacion en nuestra próxima visita a Bilbao. Gracias!