Estupendo restaurante para comer de menú o saborear unos pintxos. Estupenda decoración, buen ambiente y maravilloso trato del personal. Visita recomendable
Recoge la tradición del mítico Gallastegui y Mari, su gran cocinera y Arantza, su hija, así como el Txapi, su hermano.
Dejaron la comida tradicional y han introducido nuevas variantes de moda hoy en día.
Comenzamos con una ensalada templada de langostino y patata, correcta.
Posteriormente llegó una porrusalda con sus picatostes, recién hechos y con ese gustito final a aceite. En su punto.
Continuamos con una guiarra con verduras (chuleta de cerdo deshuesada) muy correcta.
De postre. Yogur griego con salsa de frutos del bosque.
Comida equilibrada. Muy buena atención del equipo, con el local reformado y cómodo. Precio ajustado.
Continua la saga.
Restaurante de nueva gerencia donde selecciona productos de mucha calidad a un precio razonable. Menú del día 14€, especial sábado 20€ y carta. Buenos vinos.
También pocos pintxos pero elaborados
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