Ayron Stiven Ramirez Camacho
+4
Una sala preciosa con vistas a la ría de Bilbao y al puente de La Salve. La comida ha sido interesante y la relación calidad precio es la indicada. Mención especial al cochinillo a baja temperatura, realmente delicioso.
Los postres sin embargo fueron algo decepcionantes al resultar muy pesados para el final de la cena, en especial la tarta de queso, que si bien tenía un sabor brutal, la textura era extremadamente densa y pesada.
Un menú excepcional. La atención de Iker y su compañera inmejorable.
Repetiremos.
Hemos ido dos personas un lunes al mediodía, con reserva en la terraza, porque las vistas a la ría y al Gugen son especiales.
Un menú del día, 29 euros por persona, una copa de vino incluida y el agua también.
3 primeros, 4 segundos y 3 postres a elegir.
Muy bien presentados y emplatados. El servicio muy atento y siempre con una sonrisa atentos a las necesidades.
El café no está incluido.
Una terraza enorme para la posterior sobremesa con sofás.
Los baños en el piso de abajo muy acogedores y bien cuidados.
Si buscas un menú distinto y con buenas vistas puede ser éste el lugar.
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