Llegamos viendo la buena puntuación que tenía el local, y no nos ha defraudado. Es un bar/restaurante familiar a más no poder. Lo llevan dos señoras peruanas muy amables y que cocinan de vicio. Ello le da una autencidad al local, todo basado en la comida tradicional peruana, aunque también tienen comida mejicana en su carta, y no dudo que está deliciosa.
Pedimos chicharron de pescado y tallarines con cerdo, platos muy abundantes y más para 3 personas que para dos. Todo muy sabroso.
Trato cordial y amable y buen precio.
Recomendable.
Comida mexicana y peruana muy auténtica, casera y sabrosa. A destacar el ceviche, el guacamole y la chaufa, pero había buena mano en todo. Un placer encontrar un sitio humilde y auténtico.
La comida estuvo muy rica, pedimos papas rellenas y nos encantaron 10/10. El ceviche muy bueno también la unica pega quizá es que nos tocó alguna pieza de pescado congelada pero lo entendimos porque fuimos a la cena y estaban próximos a cerrar la cocina y el lomo saltado también muy rico. Las personas que nos atendieron fueron muy amables. El ambiente en primera impresión podría mejorar.
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