Un restaurante agradable para ir con unos amigos. La comida estaba buena y los cócteles deliciosos.
Le falta un poco para llegar a llamarse gastrobar.
Los dos platos de carne estaban presentados y servidos casi de la misma manera. De hecho a primera vista casi idénticos.
Pedimos un vino de Montsant de la carta que no tenían en el almacén, nos recomiendan uno de la misma zona pero resulta que era de Terra Alta y no nos termino de gustar.
Trayeron la tabla de queso sin dar ninguna explicación sobre los tipos de quesos que habían.
Personal simpático y atento.
En resumen un restaurante simpático. Vas allí no por la experiencia gastronómica pero si para pasar un buen rato.
Brutal!
Gran equipo y platos 👌🏻 5 estrellas en todo:
✅ Decoración muy acogedora con espacios que invitan a pasar más rato del habitual :)
✅ Servicio de los camareros muy dinámicos, educados, alegres y conocen los platos que sirven.
✅ Cocina y cocineros un 10!! 👏🏻 se puede ver cómo elaboran los platos porque la cocina es abierta (dejo foto)
Montan los platos de forma que entran por los ojos he invitan a comerlos. Fotos de algunos de ellos.
✅ productos he ingredientes en platos de alta calidad. Gran oferta en vinos y carta muy extensa. Fotos de carta.
Calidad/precio muy justificada (dejo foto ticket para dos personas)
Volveremos seguro!!! 😊👍
Exquisitos platos de fusión, con producto fresco de primera calidad. A destacar las croquetas de sepia en su tinta, el canelón de pollo y su postre estrella, el cactus. El taco de tataki está también muy conseguido (pero es más bien una tostada, pues la tortilla está frita). Lo único negativo, que a veces se encantan con los platos y nos sirvieron el bocadillo de calamar frío.
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