Local de toda la vida con una decoración diferente y con una gastronomía tradicional pero de una calidad suprema y añadido a un buen servicio. Nosotros degustamos la cecina exquisita, los caracoles ricos de verdad, la espectacular morcilla. Como plato principal un entrecot en su punto y un bisbe a la espalda ( pescado que nunca había probado parecido a la escorpora pero con la carne del rape) realmente excelso. Un helado de turrón con ratafia para digerir. La cuenta ascendió a 150€. No es económico pero bien vale la pena darte un homenaje con sus productos
Excelente servicio y productos de calidad. Relación calidad-precio correcta, media de 40-60€ pp. Ambiente auténtico y tanto el camarero como el cocinero cercanos y honestos. Ideal para ir con amigos y hacer sobremesa.
Restaurante de comida típica catalana, es pequeño y lo llevan entre dos personas. Platos tipicos, muy ricos y de muy buen producto, en función de lo que se pida puede salir mas o menos caro, pero diria que esta en su precio.
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