Un lugar muy bonito, con mucho encanto y bien cuidado.
Es muy tranquilo y relajante. Dentro la gente guarda silencio, y el sonido de la calle tampoco es excesivo.
Toda la vegetación del interior es muy frondosa y verde. La única pega que le pondría es que muchas de las plantas tenían las hojas llenas de polvo, tierra, etc.
Junto al edificio hay un epígrafe en el que podemos leer:
"Horario de apertura:
Días laborables de 8:00 a 14:00 horas.
Proyectado por Josep Fontseré y construido entre los años 1883-1887 por Josep Amargós, formó parte, junto con el Invernadero y el Museo Martorell de Geología, del programa científico y museístico integrado dentro del proyecto global de ordenación de la Ciutadella que diseñó el mismo Josep Fontserè en 1872.
Su estructura está hecha de pilares de fundición y vigas curvadas de hierro, atadas por jácenas del mismo material que conforman una bóveda con cinco arcos, uno grande, central, y dos más pequeños a cada lado. La bóveda está cubierta por un enillistonado de madera generador de un juego de claroscuros que recrea la penumbra de los bosques tropicales y subtropicales, el habitat donde viven las especies que se cultivan. Las fachadas de ladrillos y las grandes portadas de madera cierran este edificio, único en su género.
En 1988, con motivo del Centenario de Te Exposición Universal, fue restaurado por Parques 1 Jardines del Ayuntamiento de Barcelona respetando íntegramente el proyecto original y enriqueciendo su contenido con nuevas especies vegetales que completan un magnífico catálogo verde, del cabe destacar: Livistona chinensis, Beaucamea recurvata, Strelitzia alba, Howea forsteriana, Phoenix roebeleni."
Bonito edificio que contiene una selección de plantas tropicales y el edificio singular es de finales del XIX, perfecto para reposar un rato a la sombra de los árboles y plantas que contiene.
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