Tapas variadas y bocadillos muy buenos (recomiendo los especiales). Tienen pan de coca, que no está en todos los sitios. No dejéis de probar los mejillones de roca a la plancha. Camareros muy agradables, sobre todo Alex que siempre está pendiente de que todo salga bien ! 👍🏻

Bar tradicional, de los de toda la vida, en el que al cruzar la puerta se percibe una sensación de solera y años de experiencia en su historia. La propietaria, Mari Carmen, es muy cordial y demuestra una habilidad impresionante en la gestión de la cocina. Cuenta con una terraza con unas 5 o 6 mesas aproximadamente y un salón interior con varias mesas adicionales. Su especialidad son las tapas, y debo decir que todas las que he tenido la oportunidad de probar eran de una calidad excepcional y con raciones adecuadas a su precio. Me gustaría destacar las patatas Freidu con un buen toque picante. También quedé impresionado por las alitas de pollo con curry, una mezcla que hasta el momento no había probado. Las torradas también son una excelente opción para compartir, ya que son bastante generosas y puedes agregar ingredientes a tu gusto. En cuanto a los bocadillos, tienen un tamaño satisfactorio si buscas un desayuno contundente. La calidad de las frituras es digna de elogio, lo cual hace honor al nombre del local. Lo que más me ha impresionado es la eficiencia de la cocina, a pesar de su pequeño tamaño. Está claro que todos los trabajadores están bien coordinados y conocen perfectamente sus responsabilidades. Un lugar al que sin duda volvería en cualquier momento que quisiera disfrutar de una comida / cena sin tener que cocinar. Aquí puedes estar seguro de encontrar una combinación única de calidad y excelente atención al cliente.