Recomendado por mi mujer que recordaba el restaurante cuando vivió en Barcelona durante 20 años. Y sinceramente no se equivocó en absoluto.
De entrada me gustó la decoración, muy cuidada, con sabor vintage y detalles de diseño italiano que le hace especial. La terraza está muy bien pero el interior es precioso.
Nos atendieron sin retrasos, los camareros fueron respetuosos y amables. La amplia carta te hace dudar qué elegir, de modo que me dejé aconsejar por mi mujer y el resultado fue una comida estupenda. Los platos llevan el sello de Italia, originales en su presentación, sabor mediterráneo, de temporada y elaborados con maestría. Pedimos una ensaladilla que estaba realmente sabrosa. La carne la pedí al punto y un punto más y llegó perfecta a la temperatura adecuada. Igualmente los espaguetis resultaron francamente deliciosos. Para finalizar los postres estuvieron a la misma altura.
Con este nivel de calidad, estoy convencido que el resto de la oferta gastronómica debe ser igual, con una relación precio ajustada. Me gustaría volver a probar nuevos platos, sin duda. Altamente recomendable.
Thifany Nicole Sauñe Ortiz
+4
Es un buen lugar para tener una cena tranquila y muy linda, el ambiente es acogedor y la música relajante. La comida estuvo buena, pero no perfecta. En cuanto al servicio, se tardaron un poco en atendernos y también en cobrarnos, eso no me gustó.
Nos encantó por varias razones, la primera es que pudimos ir con nuestro perro y comer tranquilamente tanto en la terraza como dentro del local (le ponen un cuenco con agua para que esté hidratado) ¡primer punto positivo!
Ademas, la comida está muy bien hecha y el personal es encantador, aunque os advierto que las raciones no son muy grandes, pero te quedas bien con la cantidad.
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