Acogedora cafetería pastelería para poder tomar un buen café o te acompañados de unos croissants o pasteles de canela o todo tipo de bollos franceses. La decoración recuerda a una cafetería parisina vintage. El servicio correcto y los precios también, lo único malo es que te comerías todo de lo rico que está así que al gimnasio luego a quemar. Repetiremos seguro, muy recomendable.
Un lugar bonito y acogedor. Buena música, buena atención y calidad de producto. El café está muy rico y las pastas son una pasada. Recomiendo el croissant caramelizado...waaaw! Son muy educados y te atienden rápido. Si te quieres relajar con un café y una pasta este es el lugar. También hacen bocadillos saludables.
Este sitio es todo un relax, tanto por la música que ponen, como el ambiente, el servicio y todo lo que puedes comer allí, te hacen sentir en Francia en los años 1950 sin duda alguna me encanta la experiencia que te hacen vivir!
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