Agradecer a los amigos del Bidasoa el trato, buen servicio y la bien que comimos en su casa... Nada más entrar vimos a la cocinera saliendo con una de albóndigas y lo demás es historia. Tanta como las mesas, paredes y rincones que atesora el Bidasoa. Una barra bien surtida y unas paredes con mucha "mochila" rincones de Euskal Herria, Cantábrico... Te vas a enamorar de la atmósfera que se cuece, entre el frontón, el piano y la cocina. El servicio rápido y amable, recomiendan muy bien y los que vamos de paso y nos gustan los garitos de siempre, entramos en modo disfrutón al ver salir los platos. Ensalada de tomate, bacalao en temperatura con olivada y costillas caramelizadas... qué sorpresa! No pudimos evitar pedir goxua y crema catalana para terminar esa dulce experiencia. Recomendable visita por ser un lugar con personalidad, buen producto, gente amable, buen acceso para personas con discapacidad física, baño tal vez estrecho, pero resto bien. Zona peatonal. Tienen menú y cocido. No apto para gente con mente estrecha. Gracias al servicio por la atención. Volveremos!
cristobal alcazar (Christ)
+5
Inesperadamente asombroso este restaurante de comida vasca, todo lo que probamos buenísimo, buen servicio y un local acogedor
Muy buen restaurante. Comida casera muy buena a una excelente calidad precio. Los domingos tienen paella y algún plato más fuera de carta. El interior es como una taberna típica vasca. Los camareros nos atendieron muy muy bien, como si nos conocieran toda la vida. Lo cual hizo la comida aún más agradable. Volveremos seguro
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