![5]( "Recensione")
Si estás pensando en visitar este restaurante entre semana, es recomendado reservar con antelación, ya que suele estar bastante concurrido. Una vez dentro, es importante tener en cuenta que pueden ser un poco lentos entre plato y plato, así que es ideal para aquellos que disfrutan de una comida relajada y sin prisas.
Sin embargo, la espera entre platos vale la pena, ya que los platos son muy bien elaborados y gustosos. La variedad del menú del día es una gran opción, ofreciendo dos alternativas: uno más caro con más opciones y postre, y otro con menos opciones y sin postre. Ambas opciones son una delicia para el paladar y satisfacen los gustos de diferentes comensales.
Además, el restaurante cuenta con una encantadora zona exterior que agrega un toque especial a la experiencia culinaria, ideal para disfrutar de una agradable comida al aire libre.
No obstante, hay un aspecto negativo que vale la pena mencionar. Durante nuestra visita, había un hombre en la calle pidiendo dinero, y al estar junto a la valla del restaurante, estuvo molestando durante toda la comida. Aunque el camarero fue consciente de la situación, no tomó medidas para abordarla, lo que podría haber mejorado nuestra la experiencia.
Hemos ido a comer en familia el domingo. Se trata de un restaurante italiano con un ambiente muy íntimo y agradable. La carta es muy amplia, con entrantes, pastas, risottos, carnes, postres… la calidad de la comida ha estado fenomenal, y los precios muy acordes al servicio y la calidad de los platos. Durante la comida por una confusión nos han traído unos risottos distintos a los que habíamos pedido, y al darse cuenta del error nos han preparado rápidamente los platos correctos y además nos han invitado el vino y los cafés de parte de la casa. En general la experiencia ha sido muy grata y la comida ha estado estupenda en cada uno de los platos. Los recomiendo y volveremos.
Estupenda cocina, todos salimos muy satisfechos.
La excepción es el comportamiento de la jefa de sala/encargada, con un exceso de nerviosismo o histrionismo bastante desagradable, los camareros muy profesionales intentando que los incómodos detalles pasaran desapercibidos.
Regresaremos por la calidad de los platos.
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