Berta Torregrosa Parra
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Una muy buena opción en plena Rambla del Poblenou para disfrutar de quesos y embutidos de calidad. La decoración del restaurante es preciosa, con detalles en cada rincón. El local, una antigua charcutería y piso familiar, cuenta con dos plantas y estaba a reventar cuando reservé para grupo de 5 personas (segundo turno, 22:30 h, un viernes noche). Toda la comida es de buenísima calidad: tabla de quesos riquísima , bien de cantidad y a un precio razonable; una tabla de embutidos ibéricos, una tosta de brie y bolets y una fondue de queso suizo que, quizá, fue lo que menos nos gustó porque el queso que pedimos era demasiado suave.
El único punto negativo fue el servicio, excesivamente lento: pedimos pan para terminar la fondue y se nos quedó fría esperando a que nos lo trajeran (después de insistir 3-4 veces). Aún así, repetiremos.
Si te gustan los quesos creo que es un sitio de referencia en Barcelona. Recomiendo la tabla de degustación que siempre va cambiando y trae una amplia variedad para experimentar. Realmente todos los quesos son muy distintos y deliciosos. Algo muy positivo es que si algún producto te gusta mucho puedes comprarlo allí mismo también. Disponen de una amplia variedad de vinos (principalmente catalanes) y embutidos. El local tiene un ambiente muy acogedor y agradable, aunque es pequeño, por lo que se recomienda reservar.
El sitio es muy cálido y confortable, aunque recuerdo que en ocasiones anteriores lo encontré decorado más bonito.
El público acostumbra a ser del barrio.
La calidad de los productos es muy buena y hay mucha variedad.
Los precios son correctos.
Nos ofrecieron llevarnos el embutido que sobró, pero olvidaron traérnoslo con la cuenta. Cuando nos dimos cuenta ya estábamos en la calle 🤦♀️
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