Pese a que la comida mantiene la buena calidad-precio, es un lugar muy incómodo para comer. Si no estás en un taburete sin respaldo, estás en un butacón a 5cm del suelo. Si "aceptas" esto, es un sitio que se disfruta. El servicio es amable y conocen bien la carta y recomiendan aunque quizás un poco insistentes preguntando a cada rato. El nigiri de pez mantequilla con trufa es de los más buenos de BCN sin duda. Los de foie y el de anguila son un must.
Japonés atípico en el centro de Barcelona. Que nadie se espere encontrar un restaurante formal, clásico o exquisito. Quien busque un restaurante tranquilo o con personal servicial a lo estrella Michelin que busque otro sitio. De hecho es todo lo contrario, pero con buena comida.
Existe carta, pero solo la verás para las bebidas. El personal decide el menú y te traerán según los gustos y el hambre. Uno no sabe lo que va a comer.
Mesas y sillas bajas, quizás algo incómodo para comer.
Todo estaba muy bueno.
Cantidades justas.
Personal amable, servicial y con un toque de humor negro.
Es caro: para comer y no quedarte con hambre unos 60-70€ por persona, incluyendo botella de vino, postre y café.
De los mejores restaurantes japoneses de Barcelona, prácticamente todo está increíble desde el edamame a la brasa hasta el nigiri de pez de mantequilla con trufa, los de foie o anguila. Obligatorio pedir el postre de saquitos de crema. Como puntos negativos que todas las mesas son taburetes diminutos, casi como sentarte en el suelo con mesas muy incómodas, además de un servicio demasiado insistente.
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