Los platillos y tapitas muy buenos. Lo mejor, las tortillas. La cantidad no es nada exagerada, así que contad con pedir varios platos, o si váis en grupo, pensad en varias raciones de cada.
No es especialmente económico, aunque como comentaba, la calidad es excelente.
La atención fue genial, llegamos y nos hicieron un hueco en la barra. Estaba lleno. Al rato, se vació una mesa y nos la ofrecieron.
Podrían habérsela dado a otros clientes recién llegados ya que ya estábamos sentados. Me pareció un gesto muy profesional. Son muy educados y amables.
El local esquinero es pequeñito, con un encanto único.
Lo recomiendo.
Un local sorprendente, con un repertorio exquisito, perfecto para aquellos paladares inquietos que buscan nuevas experiencias. PD: una de las mejores tortillas de patatas de Barcelona.
Increíble, todo de diez. Fuimos un grupo de 5 personas, el ambiente muy bonito y agradable, local de tamaño mediano pero muy acogedor y limpio, música de fondo genial, lo recomiendo también para ir en pareja. La comida fantástica, pedimos bastantes platos de la carta menos los del apartado de tortillas por que estábamos llenos, pero estaba todo buenísimo, tanto fue así que la conversación que teníamos se acabó centrando en cada plato que nos traían y ver cuál nos había gustado más. El servicio otra maravilla, los camareros estuvieron en todo momento pendientes de nosotros y eso que tenían la sala llena, por ejemplo a uno del grupo se le cayó una servilleta y a los dos segundos un camarero ya trajo una nueva, si teníamos dudas sobre que ingredientes traía cada plato ellos se lo sabían sin dudarlo un segundo. En resumen todo fantástico, hacia tiempo que no iba a un restaurante y disfrutaba tanto de la experiencia, felicidades. Lo recomiendo 100%
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