En Saó, ubicado en el tranquilo barrio de Gràcia en Barcelona, tuve el placer de experimentar el menú degustación "Arrels". El ambiente del restaurante es elegante, complementado perfectamente por música de fondo de jazz que añade un toque sofisticado sin ser invasivo.
El menú Arrels fue una sucesión de platos memorables, destacando especialmente la crema catalana salada y la tarta de queso de cabra, ambas merecedoras de un 11/10. La gyoza de alcachofa y el pan casero de masa madre también fueron excepcionales, evidenciando la alta calidad de los ingredientes y la creatividad del chef. Cada plato servido puede rivalizar con los de un restaurante con estrella Michelin, estoy seguro que no tardarán en conseguirla.
Optamos solo por agua, dejando que los platos brillaran por sí mismos. El servicio fue otro punto alto de la noche; la camarera fue encantadora y sumamente atenta, haciendo que nuestra experiencia fuera aún más especial.
Lo que realmente establece a Saó como el mejor restaurante para mí son varios factores: la relación calidad-precio, el agradable ambiente, la ubicación ideal y, por supuesto, el sabor inigualable de cada plato. Sin duda, Saó es una joya culinaria en Barcelona que recomiendo fervientemente por ofrecer una experiencia de nivel Michelin sin la etiqueta.
Restaurante en la parte alta de gracia, cerca de la ronda escondido.
No te esperas el Restaurante, sala acogedora y elegante con un reservado para celebraciones.
La atención inmejorable, digna de un restaurante con estrella Michelin.
La.comida acorde con el lugar, buen producto de temporada bien elaborado.
A destacat la falsa crema catalana de berenjena o el magred de pato.
Un sitio para ir y repetir.
Robert Gutierrez Medina
+5
Cantidad de platos y de comida muy buena. El servicio muy atento y amable. Lugar pequeño con un ambiente muy íntimo.
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