Pequeño restaurante gallego especializado en empanadas: caseras, se notan los años de experiencia. Tienen varios rellenos para elegir, y van tachando de la carta conforme se van terminando. Nosotros pedimos de atún, de lacón con chorizo y de espinacas, fue esta última la que más me gustó. Además, cuentan también con otros platos típicos gallegos como pimientos de Padrón, chorizo o embutidos.
La atención, muy cercana y amable. Precios muy competitivos, gran opción en la zona. Muy recomendable.
Uno de los restaurantes más peculiares de Barcelona.
Excelentes empanadas y menú diario al mediodía de comida casera muy bien hecha.
El propietario se jubila en poco más de un mes, así que merece la pena disfrutar de una buena empanada y el excelente servicio antes de que cierre otro local emblemático de Barcelona.
Una gran sorpresa. Pulpo, empanada y patatas bravas espectaculares.
Ambiente local, menos turístico. Muy recomendable.
Además, el trato es impecable.
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