Sitio tranquilo, trato agradable y cercano, comida muy buena, tapas , hamburguesas muy buenas, pizzas geniales... aparcamiento cercano, al lado de la playa...un buen sitio para repetir....
Sensación extra-positiva, un domingo paseo por la zona y decidimos hacer aperitivo, al final acabamos comiendo. Trato rápido , profesional y excelente de Alejandra, zona tranquila con un parque además para que los niños jueguen si vais con ellos todo limpio aseos incluidos, recomendable total
Íbamos a la aventura. Lo cierto es que este local se encuentra en uno de los barrios más tranquilos de la ciudad, quizás demasiado. Aislado de la urbe, en una especie de "más allá". Digamos que es el último barrio que limita Badalona con San Adrián, justo después de un puerto deportivo que, lo separa más de la vida de la ciudad. Y allí solo, en la más profunda quietud y soledad, se encuentra el Klandestino (casi le pega el nombre). Los propietarios Alejandra y Alberto luchan para no ser un típico bar de vecindario. La decoración así lo indica, mucho más cuidada que un bar de barrio y una música que podría llegar a confundirte con un bar musical si no fuera porque el volumen es correcto. Y como el perro de peluche estaba de vigilante del local, hemos creído más oportuno ocupar las mesas de la amplia terraza (en realidad ha sido porque a 19 de octubre estamos a 22 grados centígrados de noche).
Hemos escogido tapas: Unas bravas, unos tequeños, unas croquetas de Gambón y unos pinchos morunos (de secreto ibérico). Las patatas bravas, no podemos decir que excelentes pero sí muy correctas, los tequeños muy buenos con una deliciosa salsa barbacoa, que conjuntaba perfectamente con el queso caliente. Las croquetas sí, las croquetas de gambón son de premio (quizás por eso en la carta figuraban como premium), muy muy buenas, bien fritas ni demasiado sabor a bechamel ni demasiada dureza en la corteza, al punto. El sabor de gamba perfectamente identificable pero sin ser demasiado exagerado. Por último los pinchos que estaban realmente tiernos, y muy sabrosos, mezclándose aquel regustillo de cerdo ibérico con el adobo moruno. Muy buenos. Debemos agradecer el esfuerzo de haber encendido la plancha expresamente para nosotros (pinchos). Lo agradecemos porque esta pareja de propietarios son todo un ejemplo de trabajo, esfuerzo y servicio. Fíjense que hasta nos han obsequiado con una estupenda tapa para compensarnos la espera de la puesta en marcha de la plancha. muchas gracias, la verdad (no les diremos en qué consistía el obsequio, porque si la reseña tiene muchas visualizaciones, igual se quedan sin producto 🤣😂). El precio nos ha parecido muy barato, sobre todo si comparamos la calidad, el sabor y la excelente atención. Les animo a que acudan y aprecien la labor de este par de nuevos propietarios. Muchas Gracias por todo Al&Al.
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