Comida canaria rica, rica, rica... De la de verdad, de la del barrio, de la auténtica. Y todo el personal muy agradable y atento, te hacen sentir como un cliente de los de siempre, no como un turista. Llegamos por casualidad después de ir al mercadillo de Arrecife y aunque solo íbamos a tomar una cerveza nos quedamos a comer. Un arroz negro delicioso, la pata de cerdo asada para repetir (cómo hicimos) y las papas arrugadas en su punto.
No se me había presentado la ocasión nunca de ir, esta vez si.
y acudimos,
Es un sitio emblemático, con muchisimos años de experiencia ,dando servicio.
Es un disfrute para la vista,
calabazas de agua colgando del techo,faroles,-utiles marinos, todo te rodea disfrutas de lo que pides mirando,
hay unos cuadros,
uno de ellos en relieve sale un barco como de él.
esta muy bien el local¡
al fondo tienen un sitio que Le llaman el rincón de CÉSAR.
el pasillo es ancho por lo que no interfiere nada las mesas si estas dentro, con personas ,camareros que transiten.
el aparcamiento recomiendo el privado de spinola, está muy cerca.
El lugar donde se encuentra tambien hay otras cafeterías, es una especie de pasillo donde están casi todas unidas .
AL fondo LA IGLESIA DE SAN GUINÉS.
Tiene algunas tapas, no es demasiado variado pero está bien, tienen menús tambien puedes almorzar.
tortilla muy sabrosa.
Precios asequibles.
Entramos a la cafetería por el nombre y su significado de "La Recova" tomamos par de cañas y un refresco en la terraza y nos gustó además en el interior hay muchas mesas y la decoración es bonita.
La pena es que no pedimos nada de comer, la próxima vez lo haremos.
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